Los obispos criminalizan al Gobierno por autorizar la selección de embriones
Como antes con la eutanasia -una hermosa palabra, literalmente "buen morir"-, la Iglesia católica criminaliza ahora sin contemplaciones las investigaciones eugenésicas, antaño reputadas científica y académicamente. La ilusión del ser humano por un "buen nacimiento" acaba así en el mismo saco que el debate sobre el aborto. El portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, calificó ayer de "eliminación de enfermos", de "ciencia del mal" y de "intereses económicos" la decisión del Ministerio de Sanidad de autorizar la selección de embriones para evitar la aparición de cánceres en el caso de dos parejas con antecedentes familiares, de tumor de mama y de tiroides, respectivamente.
"Curar es quitar una enfermedad a uno que la tiene. Aquí no se cura. Se elimina a los enfermos para dejar vivir a los sanos. Eso no es curar, sino una técnica eugenésica. No se puede hacer el bien, es decir, que nazca un niño sano, y todos nos alegramos de eso, a costa de hacer un mal radical, que es matar. Se selecciona a unos para la muerte y a otros para la vida. Es la realidad y lo demás es propaganda", dijo.
Martínez Camino hizo estas declaraciones al final de la asamblea de la Conferencia Episcopal, reunida en Madrid desde el lunes pasado. Poco antes se había mostrado eufórico por el éxito de la "campaña del lince" contra el aborto, con la imagen de un niño rollizo pidiendo amparo junto a la de un lince con el cartel de "Protegido". "El coste ha sido muy bajo. Ha sido una inversión de las mejores que hemos hecho, teniendo en cuenta su eco extraordinario, es decir, el haber abierto un debate desde la perspectiva de las personas que van a nacer", dijo.
El portavoz episcopal no se mostró sorprendido por la autorización oficial para usar técnicas de selección embrionaria con fines curativos. "Son noticias que parecen una novedad, pero no lo son. La actitud de la Iglesia no ha variado. Está a favor de que se investigue para curar las enfermedades, desde siempre. Precisamente por esta postura verdaderamente compasiva, es necesario desvelar qué hay en esa técnica de selección embrionaria. La Iglesia no puede estar de acuerdo con técnicas que consisten en eliminar a los enfermos. Embriones enfermos para la muerte, y embriones sanos para la vida".
A estas consideraciones respondió inmediatamente la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Nos movemos en ámbitos constitucionalmente distintos. Respetamos la posición de cada uno. Los avances científicos ayudan a que la gente salve vidas y se cure y, por lo tanto, son muy buenos para la humanidad", dijo.
El portavoz episcopal también opinó ayer sobre la anunciada reforma de la ley de Libertad Religiosa, de 1980. Afectará "muy indirectamente, por no decir que no afecta", a la Iglesia católica, dijo. Por si acaso, la Conferencia Episcopal ya ha nombrado una comisión de expertos para vigilar sus contenidos, cuando el Gobierno concrete sus propuestas. Los obispos sostienen que sus relaciones con el Estado están protegidas por los ventajosos acuerdos firmados en enero de 1979 entre España y el Estado de la Santa Sede.
(Fuente:El País)
Por favor, señores científicos estudiosos de la genética, encuentren el gen que hace que un ser humano quiera ser jerarca de la iglesia (de misionero/párroco cercano a sus feligreses para arriba). A ver si así nos podemos dedicar a seleccionar embriones para no dejar nacer a ninguno más de estos señores que, en vez de dedicar su vida a los demás, la dedican a medrar y a comer gratis en todo tipo de eventos a los que son invitados.
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