El concierto de Serrat echa el cierre de la Torre de Poniente.

El concierto de Serrat en la plaza de la Catedral en Cádiz, no sólo ocupó un lugar público por la cara, sino que además provocó el cierre de la Torre de Poniente, dejando a los turistas sin acceso a la misma.

Sin más explicaciones, los trabajadores de la empresa que gestiona la misma tuvieron que quedarse sin trabajar, ante la imposibilidad de sobrepasar el cordón policial que les montaron al efecto. ¿Noticias al respecto en la prensa de Cádiz? Ni una. Tal es el servilismo existente en la prensa de la ciudad que se vanagloria de ser cuna de las libertades constitucionales.

Señores, no se pueden cerrar zonas públicas para el disfrute de unos pocos, porque si nos ponemos así, los hoteles de playa también podrían acotar partes de la misma para el uso privativo de sus clientes; o los veladores de los bares podrían entonces extenderse indefinidamente por paseos y plazas. Quien ha de velar por el cumplimiento de ordenanzas municipales, no puede permitirse el lujo de saltarse a la torera el derecho de los gaditanos a disfrutar de los espacios públicos.

Es una pena que la gestión de un consistorio -sin entrar en opiniones sobre la calidad de la misma-, quede empañada por este tipo de actitudes propias de tiempos pasados.