Qué alegría cuando vi llegar al peludo, que por cierto ahora va esquilado, con la bolsa de papel de la foto. Me encanta jugar con ella. Las de plástico me colocan, pero esta me gusta para jugar al escondite. Ven cómo el consumo no sólo hace feliz al comprador compulsivo...
Hola, me ha gustado tu blog, por cierto, gracias por el aviso jaja.
ResponderEliminarte invisto a visitar mi blog!!!
suerte y salud!!!!