Karate Kid, que ahora vengo...
El Sr. Miyagi enseñando a Danny cómo se pide limosna a dos manos, que con la crisis lo de los bonsais ha pegado un bajonazo que no veas...
Qué gran "flin", o "pinícula", es Karate Kid, El momento de la verdad (título completo de la cinta). ¿Quién no ha vivido una primera cita como la que representan Ralph Macchio y Elisabeth Shue? Ese primer contacto con los padres de la chica, que siempre nos parecían mucho más modernos que los nuestros; esas "manitas" con la niña, primero tímidas y al final, voraces; ese osito ganado en una barraca, quién sabe cómo, a sabiendas de que todas las escopetillas tenían el cañón con más curvas que la Verdú, regio trofeo daño colateral de nuestra pobre imitación de las batallas de nuestros abuelos... Como la vida misma.
(Algún día tendremos que plantearnos una querella colectiva contra los que nos han hecho ver tantas veces la misma película, al estilo de los afectados por las tabacaleras americanas. Sería interesante realizar un estudio en profundidad sobre el estado de la cuestión)
Y recordad: "Karate, sólo defensa..."
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