Tabaco, lo vende el Estado.
Señores, dejemos la demagogia. El tabaco está amparado por el Estado, que se lleva un alto tanto por ciento de los impuestos sobre el mismo y sus labores. Si el tabaco es malo, que lo dejen de vender. Prohibir es la peor manera de acabar con un vicio, como ya se ha demostrado con la Ley Seca o los estupefacientes. Prohibir sólo hace que la gente se sienta más atraída por echar un pitillo. ¿Hay voces que piden la legalización de las drogas, y vamos a perseguir a los fumadores de tabaco?
Es de lógica que, si existen bares para no fumadores, existan también bares para fumadores. Lo contrario es falta de imparcialidad. Yo no he fumado nunca en un lugar, público o no, donde estuviera prohibido. Sin embargo, si he tenido que aguantar menores de edad en bares de fumadores.
La libertad de elegir es lo que se está cuestionando aquí, no la libertad de fumar. Por la regla de tres aplicada al tabaco, fumar mata ergo se prohibe, debería de prohibirse el alcohol, las comidas con colesterol, los vehículos a motor, las industrias contaminantes, etc.
Al final, tendrán que ceder. La ley es ciega, pero no tanto como para no ver a través de las cortinas de humo que se crean alrededor de los problemas reales de un país para tapar la verdad.
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