"La condena a vivir sin límites es peor que la condena a muerte"

"De la Iglesia no hablo. Siento un sagrado respeto por ella y espero de ella lo mismo. Espero que sepan lo que dicen y lo que hacen, pero no polemizo con ellos. La Iglesia no tiene nada que ver en el asunto. No me puede imponer sus valores. Puede opinar, pero lo que diga no tiene que ver conmigo ni con Eluana. El magisterio de la Iglesia es moral; el Estado es laico, y en él están también los católicos. Lo que dice la Iglesia les debe afectar a ellos, no a los que no profesamos esa confesión. De forma que todo lo que digan es su problema, no mío."

(Extracto de la entrevista a Beppino Englaro, padre de Eluana, publicada en El País 8/02/2009)

Comparto la opinión de este hombre totalmente. Y reitero mi intención de no permitir, en el caso de que me sucediera lo mismo, que nadie interfiera en mi decisión de morir libremente. Aún diría más: no quisiera que me celebraran misa de difunto, ni me dieran la extremaunción, ni me "perdonara" los pecados -invento de las religiones para mantener al hombre esclavo de la ignorancia y el oscurantismo de siglos-, ningún ser humano vestido de cuervo con ínfulas de mano derecha de Dios. Soy cristiano, pero no admito el reinado de la Iglesia sobre la Tierra. Dice el Señor: "Mi reino no es de este mundo". Por ende, lo que mantiene la iglesia es a los mercaderes en el templo, nada más.