Amsterdam


Descanso un poco de mi trabajo frente al ordenador y aprovecho para poner este post -muy lógico, descansar del ordenador frente al ordenador-, en el cual estoy fumando un cigarrillo liado en un tren, en Amsterdam. Volvía de mi paseo por la ciudad, junto a mi padre, en una ocasión que nos dimos la paliza de conducir hasta Groningen, cerca de donde Hamlet, para ver un avión que tenían en venta. 

A la vuelta, el Peugot 405 nos dejó tirados en una autopista, un manguito picado, creo que fue, con la mala o buena suerte de que los siguientes días eran festivos. Llamamos al seguro del coche y nos buscaron un hotel para los días que teníamos que quedarnos en Holanda, esperando a que nos arreglaran el coche.

Una excelente oportunidad de conocer Amsterdam que no pensaba desaprovechar. Allí fumé mi primer cigarro de liar, de una marca que no recuerdo. Quién me iba a decir que, a los 12 años de aquel primer cigarro de liar, sería un aficionado al  arte del "rolling", en su más amplio espectro. Coincido con los que afirman que fumar es un hábito asqueroso, pero qué le voy a hacer, a mi me gusta. Además, con suerte el tabaco será el que me evite el embarazoso asunto de la eutanasia en mi vejez; digamos que este vicio es como un fondo de inversión en una muerte segura.

Por cierto, qué cara de carajote tenía yo con 25 años...y con 10, y con 30, y ahora, pero eso es otro post...

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