"Crisis, ¿qué crisis?"
Parafraseando el titulo de aquel brillante disco de Supertramp, me hago una pregunta: si la crisis económica que empieza a despuntar, según los noticiarios, es un arranque psicótico del imaginario colectivo, ¿por qué hay cada vez más jubilados y pensionistas que no llegan a fin de mes y deben buscar en la basura para completar sus escuetas dietas?
No es que me queje de cómo están yendo las cosas, al menos para mi, pero es que no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que empiezan a darse despidos colectivos, los carteles de venta de viviendas comienzan a aparecer por las ciudades españolas cual florido azahar en las calles de Sevilla en primavera, las inmobiliarias cierran por doquier y las constructoras empiezan a presentar suspensión de pagos. Con las elecciones de marzo a la vuelta de la esquina, los políticos prometen ayudas y prebendas con alegría, quizás porque ellos son de otra clase de personas y no están afectados por la psicosis sobre una crisis económica que ataca a la población en general.
“La masa humana no piensa, Totó”-como decía el personaje de Philipe Noiret en Cinema Paradiso al inocente niño, de enormes ojos y orejas de soplillo, enamorado del cine. Así que debe ser eso, que nos dejamos llevar por los indicadores económicos, y como no entendemos nada de nada, nos volvemos locos de pavor ante un pequeño bache económico. Veremos en poco tiempo quién lleva la razón, si el populacho o los medios de comunicación.
No es que me queje de cómo están yendo las cosas, al menos para mi, pero es que no hace falta ser muy listo para darse cuenta de que empiezan a darse despidos colectivos, los carteles de venta de viviendas comienzan a aparecer por las ciudades españolas cual florido azahar en las calles de Sevilla en primavera, las inmobiliarias cierran por doquier y las constructoras empiezan a presentar suspensión de pagos. Con las elecciones de marzo a la vuelta de la esquina, los políticos prometen ayudas y prebendas con alegría, quizás porque ellos son de otra clase de personas y no están afectados por la psicosis sobre una crisis económica que ataca a la población en general.
“La masa humana no piensa, Totó”-como decía el personaje de Philipe Noiret en Cinema Paradiso al inocente niño, de enormes ojos y orejas de soplillo, enamorado del cine. Así que debe ser eso, que nos dejamos llevar por los indicadores económicos, y como no entendemos nada de nada, nos volvemos locos de pavor ante un pequeño bache económico. Veremos en poco tiempo quién lleva la razón, si el populacho o los medios de comunicación.
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