Heridas de guerra

Joder, estoy molido. Tengo el tobillo dolorido por un esguince, provocado por un mal paso en la excavación, andando sobre los escombros todo el día; en el costado tengo una contusión que me duele al respirar, debida a un golpe mal esquivado en el boxeo. Estoy mayor. Voy a cumplir 36 años y, ahora que no tengo miedo a nada -me prometí a mi mismo, durante el tiempo que estuve velando a mi abuela, que nunca más tendría miedo para escapar a la maldición familiar- me estoy atreviendo a hacer cosas que antes no hubiera ni siquiera pensado. Estoy aprendiendo a boxear, aunque me cuesta golpear fuerte a mis compañeros de "guantes"; nunca me he metido en peleas, la violencia me ha repugnado siempre, como signo de incultura y falta de humanidad, pero ahora entiendo que es parte de nuestra identidad como especie y es mejor canalizarla de un modo sano, mediante un deporte de caballeros, porque si no, sale cuando menos te lo esperas en forma de ira incontrolada. 

Voy a aprender a bucear, voy a sacar el título de buceador, para poder dedicarme a la arqueología subacuática y a sumergirme por el mar, cual sirenita barbuda. Voy a hacer tantas cosas que nunca más me sentiré vacío. La vida es muy corta para perderla en cobardías.

Por cierto, he autopublicado un libro de poemas en www.bubok.com. Podéis acceder a través del siguiente link:

http://www.bubok.es/libros/357/Antologia-del-siglo-XX-Poemas