El tabaco traerá estampitas coleccionables

La Comisión Europea aprobó en 2005 una serie de imágenes truculentas y a todo color sobre los estragos que causa el tabaco en el organismo, un catálogo de los horrores con intención de disuadir a los adictos que incluye 42 imágenes a cual más impactante: un pulmón destrozado por el cáncer, un tumor en carne viva en el cuello, una dentadura podrida... Su finalidad era unificar los criterios en las advertencias que aparecen en las cajetillas de toda Europa. Cinco años después, España ha decidido reforzar los actuales mensajes de Fumar mata y similares, presentes en los envases desde 2002 y cuyo efecto ha atemperado la costumbre, con una selección de 14 de estas imágenes, acompañadas de textos igualmente explícitos.

(Fuente: El País)

Vuelta la mula al trigo. Ya sabemos todos que fumar es malo, especialmente porque la mitad de lo que cuesta una cajetilla es para el Estado*, pero siguen con la persecución sin dar el paso lógico: si el tabaco es perjudicial para la salud del ciudadano deberían prohibir su fabricación, distribución y venta. Pero es más fácil sacar tajada del vicio.

Ahora es el turno de lo escabroso, el morbo fotográfico en las cajetillas. A mi me da igual, porque no soy de los que fuman porque siempre quiso ser el hombre Marlboro, pero habrá gente a la que vendrá bien lo gráfico de las imágenes para dejarlo de una vez. Yo pienso coleccionar las estampitas, como si fueran cromos.

Personalmente, yo iría más allá y pondría en las cajetillas y demás soportes de venta de tabaco fotos realmente horribles y de acojone total. Por ejemplo:

Ahora en serio: no fuméis, amiguitos, que es un vicio muy feo. Dedicaos a la corrupción política, la prevaricación, la estafa al jubilado, la promoción de viviendas para especuladores, la venta por catalogo, etcétera. Hay tanto por lo que vivir...

*Los cigarros y cigarritos pagan un 13,5% del PVP (Precio de Venta al Público), los cigarrillos pagan un 57% del PVP y 8,20 euros por cada mil unidades del mencionado tipo específico. La picadura para liar paga un 41,5% sobre el PVP (está menos desincentivada fiscalmente que los cigarrillos) y las demás labores del tabaco pagan un 25% del PVP.