Reflexiones sobre Cádiz

La ciudad de Cádiz va a experimentar durante los próximos años un cambio sustancial, especialmente en lo que a comunicaciones se refiere. Las infraestructuras de transporte, sobre todo para los de carácter público, son necesarias para mejorar la situación del tráfico rodado en la ciudad, con un exceso de vehículos privados que hacen que circular por Cádiz sea una pesadilla; aparcar el coche es una dificultad diaria con la que se encuentran tanto residentes como visitantes, algo que los aparcamientos en construcción no podrán paliar, ya que el número de plazas seguirá siendo insuficiente. El tranvía solucionará, en parte, el problema para todos los que tienen que trabajar en Cádiz pero residen el poblaciones de la bahía como Puerto real, San Fernando, El Puerto de Santa María. La adecuada planificación de las estaciones y la previsión de dotar a las mismas de espacios de aparcamientos es imprescindible para favorecer el uso de este nuevo transporte (más que nuevo, actualizado), ya que el poblamiento disperso existente en el área obliga a utilizar el vehículo privado desde los núcleos residenciales hasta la estación de transporte público. Idéntica problemática se plantea para potenciar el uso del servicio de transporte marítimo.

En la ciudad también tenemos la necesidad imperiosa de una adecuada alternativa ecológica para los vehículos de motor, sea ésta la mejora de los servicios de autobús urbano, sea la adecuación de los viales existentes para el tráfico de bicicletas. En Sevilla, la construcción de los carriles para bicicletas ha impulsado el uso de este medio de transporte, así como mejorado la calidad de vida de los sevillanos. Es incomprensible que, en una ciudad del tamaño de Cádiz, no contemos ya con un carril-bici. Algunos dirán: "Ya hay un carril-bici en la Avenida Juan Carlos I", pero estaríamos faltando a la verdad admitiendo esa afirmación sin más. Un carril-bici consiste en una alternativa real al uso de vehículos de motor, es decir: que por dónde suelo ir en coche, pueda ir también en bicicleta. En el caso que nos ocupa, ¿qué hago una vez termina el carril-bici de la avenida mencionada? ¿Cómo llego en bicicleta desde la rotonda de San Severiano hasta el centro? El paseo marítimo es más factible para acceder al casco histórico pero, al ser un paseo para compartir con los peatones hay que ir sorteando viandantes todo el rato, porque no se cuenta con un espacio exclusivo para tráfico de bicicletas. Faltan aparcamientos para este medio de transporte ecológico y económico, además. Es una asignatura pendiente de la sociedad gaditana el tomar conciencia de que tenemos un medio ambiente único que debemos cuidar, pero debe ser el ayuntamiento el que abandere esta nueva forma de entender la ciudad.

La peatonalización del casco histórico es otra cuestión necesaria de tratar en profundidad. Dada la insularidad de la ciudad y su endémica falta de territorio en el cual expandir su población, Cádiz debe prepararse para afrontar su imparable transformación en un nuevo modelo de ciudad. Cádiz debe prepararse para ser un centro administrativo, comercial, turístico, cultural, lúdico, ya que es evidente que otras funciones han sido asumidas por los núcleos de población cercanos. En un futuro, vivir en Cádiz va a ser algo reservado para aquellos que puedan permitirse pagar obscenas cantidades de dinero por un apartamento. La posibilidad de usar los transportes públicos para acceder con facilidad a la capital de la provincia, va a llevar a muchas más familias a elegir residencia en ciudades como San Fernando, Chiclana, Chipiona, Jerez, como ha sido hasta ahora. Lógicamente, el que pague millones por una casa en Cádiz, pedirá a cambio una mejor calidad de vida, especialmente en el casco histórico. Esa calidad de vida pasará indefectiblemente por políticas de mejora de las condiciones ambientales: más zonas verdes, menor cantidad de tráfico rodado, mejor accesibilidad para discapacitados y/o personas de edad avanzada a los servicios que puede ofrecer la ciudad, etc.

Negar la evidencia de los cambios que se avecinan, sólo servirá para retrasar lo inevitable. Transformarse o morir.