Qué bochorno!!!
Ayer me pasó algo vergonzoso: Entré en el Lefties con mi mujer, a echar un vistazo a los saldos y oportunidades que, a veces, se encuentran en este establecimiento. Encontré unas botas como de polipiel en negro, al estilo de las "converse all star". Llevaba una bolsa con otros zapatos de otro establecimiento del grupo Inditex que mi mujer se había comprado. Mientras ella se probaba unos tejanos y la esperaba fuera de los probadores. Para no cargar con las botas, las metí en la bolsa que llevaba. La cosa es que se me olvidó sacar las botas de la bolsa al salir del Lefties y claro, la alarma antirrobo pitó. La encargada salió a ver qué pasaba y yo, al darme cuenta me quedé en blanco. Primero examinó la bolsa de mi mujer, por si se habían dejado activado alguno de los antirrobos. Después me pidió mi bolsa y yo, avergonzado y ante la evidencia de que no iba a creer que había sido un descuido fruto de mi cabeza aletargada, me quedé pasmado mientras me echaba una bronca para ladrones de tiendas. ¡Qué bochorno! Mi mujer, lo primero que dijo fue: "Yo no se nada, yo he pagado mis pantalones".
Tuve qu entrar de nuevo en la tienda y pagar las botas, porque además de mi descuido, para colmo de males, las botas no llevaban la etiqueta -perdida en el "maremagnun" de ropa y complementos de las que las cogí.
La gente me miraba alucinada y yo estaba colorado como un tomate, mientras la encargada me repetía la cantinela de "Qué verguenza, tan mayor y robando en tiendas, no me lo puedo creer..." Ante la situación no tuve más opción que callarme y largarme tras pagar las botas, abochornado y violento. ¡Qué bochorno!
Moraleja: no debo salir a comprar después de medicarme: el letargo de las pastillas puede ser peligroso...O es que en mi fuero interno soy un "shoplifter"...
Tuve qu entrar de nuevo en la tienda y pagar las botas, porque además de mi descuido, para colmo de males, las botas no llevaban la etiqueta -perdida en el "maremagnun" de ropa y complementos de las que las cogí.
La gente me miraba alucinada y yo estaba colorado como un tomate, mientras la encargada me repetía la cantinela de "Qué verguenza, tan mayor y robando en tiendas, no me lo puedo creer..." Ante la situación no tuve más opción que callarme y largarme tras pagar las botas, abochornado y violento. ¡Qué bochorno!
Moraleja: no debo salir a comprar después de medicarme: el letargo de las pastillas puede ser peligroso...O es que en mi fuero interno soy un "shoplifter"...
Que se lo pregunten al chocolate de El Corte Inglés....llxtwvm
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