Aniversario Inconstante


Ese por quien llora su hija, 
ese ladrón que os desvalija 
de su amor soy yo, señora. 
ya sé que no soy un buen yerno, 
soy casi un beso del infierno, 
pero un beso al fin, señora. 
yo soy ése por quien ahora 
os preguntáis por qué, señora, 
se marchitó vuestra fragancia, 
perdiendo la vida, mimando su infancia, 
velando su sueño, llorando su llanto 
con tanta abundancia. 
si cuando se abre una flor, 
al olor de la flor, se le olvida a la flor. 
De nada sirvieron las monjas 
ni los caprichos y lisonjas 
que tuvo a granel, señora. 
no la educó, ya me hago cargo, 
para un soñador de pelo largo, 
qué le va usted a hacer señora. 
Si en su reloj sonó la hora 
de abandonar su hogar, señora, 
en brazos de un desconocido 
que sólo le dio un soplo de cupido 
que no le hizo hermosa a fuerza de arrugas 
y de años perdidos. 
si cuando se abre una flor, 
al olor de la flor se le olvida a la flor. 
Póngase usted un vestido viejo 
y de reojo en el espejo 
vaya marcha atrás, señora. 
recuerde antes de maldecirme 
que tuvo usted la carne firme 
y un sueño en la piel, 
y un sueño en la piel, señora.

JM SERRAT

Hoy hace siete años que soy menos inconstante. Hoy hace siete años que, en las aguas milenarias del río Nilo, las mismas en las que Marco Antonio y Cleopatra pasearon su amor, pedí a mi amada que se quedara conmigo para siempre. Siendo los dos arqueólogos, no podríamos tener un lugar más común para comenzar una historia de amor.  Como todas hemos tenido nuestros altos y bajos, pero eso sí, teniendo en cuenta que no nos hemos separado, en todos estos años, más de dos días seguidos. Este amor es un amor 24/7/365, y aún no nos cansamos de estar juntos.  

Mis días comienzan y terminan con Ella. 
Ella es el principio de mi mundo y su apocalipsis.
Ella es el alfa y el omega, la tierra que piso,
el aire que respiro, el mar que me baña, 
el sol, que me calienta en invierno y me broncea en verano.
Ella es la dueña de mis pensamientos, de mis urgencias,
de mis deseos y sueños, la copa donde escancio mis mejores caldos,
el intelecto que me complementa, la musa de mis poemas.  
Mis días comienzan y terminan con Ella.

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